Nota tocada, aplastada, petrificada, ante la pasividad de los demás ante la vida.
Melodía acabada, completa, compleja.
Distorsionada, desde el semi vacío que crea la nada, el silencio, en la voz de un alma.
Rojo sangre, montaña carcajeante, destino sellado, guadaña cortante.
La inmortalidad del momento, la vibración al alcance de la mano.
Grito desgarrador, sin provenir de ninguna voz, ningún ser vivo.
A la vez, transmite desesperación, ganas por vivir y por gritar.
Traste acústico, seguido por cuerdas sin ningún tipo de base.
Belleza inexplicable, solo quien lo aprecia lo sabe.
Esfuerzo puesto, en el sonido de la perseverancia.
La experiencia de toda una vida, el finalizar de la misma.
Detestable desenlace, propicia creación.
Inconmensurable arte, y a la vez poco valorado.
Estrella de color negra, chillando en medio de una guerra.
Estallidos penetrantes, a la luz de los focos inapagables.
Los cuales merecen muy pocos.
Todos unidos, y compitiendo, por alcanzar la cima.
Subir toda una montaña, con rostro de piedra, abominable.
Poder transmitir, en una canción, todo lo que un alma desea decir.
Antes de partir, es mejor dar que recibir.
El sonido de la perseverancia, se encuentra en la voz del alma eterna.
Tributo a Chuck Schuldiner y a su tema Voice Of The Soul del Álbum The Sound Of Perseverance (1998)
